Es un grato honor exhumar las palabras de José Ingenieros que surcó el cielo del pensamiento humano grandioso como un imponente águila volante sobre un miserable charco de innúmeros Sancho Panza <<El creyente sincero, sea cual fuere su doctrina o su dogma, es respetable, si tiene el valor moral de sustentar sus creencias desembozadamente, aceptando hasta las últimas consecuencias. Sólo es terrible y nocivo el sectario que trabaja subterráneamente, el hipócrita que sigue caminos oblicuos, no dando la cara, tejiendo y destejiendo redes invisibles, minando al hogar, la sociedad, la vida pública, sin exponerse nunca a perder las prebendas ni a recibir los golpes desmarridores. El hombre leal y firme, por la moral implícita en su conducta, es el más alto educador de las generaciones nuevas; compromete su rango, pierde sus comodidades, renuncia a los honores y sinecuras que sólo podrían venirle adhiriendo a la mentira organizada. El hombre acomodaticio, maguer sea grande su ingenio, hace carrera a precio de su obsecuencia a todas las preocupaciones que están de moda en su ambiente social; habla lo que le conviene y no lo que piensa, se entusiasma por las cosas y las ideas en razón de la utilidad que ellas le reportan, prefiriendo ser esclavo de las ajenas creencias, si ellas traen el éxito inmediato, a ser su director, si en ello puede haber gloria futura. Fue Agustín Alvarez un raro ejemplo de hombre sincero, en quien se igualaban la firmeza y la virtud. Sociólogo, moralista y educador, pensó siempre en voz alta, seguro de sí mismo, generoso de su saber, fiel a sus doctrinas, sencillo, agudo,
penetrante, bueno. Bueno en primer término; optimista como todos los buenos y como todos los optimistas sereno y estoico>> para presentar esta obra en la cual Agustín Alvarez proclama y pregona la necesidad de renunciar a los antiguos medios de control cimentados en el miedo y la solapada trama de alevosas coerciones en la cual las personas han sido siempre atrapadas, conduciendo el lector a comprender porque <<las sociedades organizadas sobre el miedo al castigo, serán siempre inferiores en poder moral a las sociedades organizadas sobre el sentimiento de la dignidad humana>> y optar por encaminarse hacia otras direcciones en las cuales encontrar la posibilidad de obtener una real evolución moral del pueblo <<Y lo que la ciencia divina no ha podido realizar en 18 siglos de ayunos, penitencias, excomuniones, autos de fe, procesiones, rogativas, peregrinaciones, exorcismos, misas y novenas: la disminución de la perversidad humana, que era su principal objetivo, la ciencia humana lo ha realizado en uno solo, haciendo adelantar más a la humanidad en los últimos cien años que en los cien mil años anteriores>>.
La Transformación de las Rasas en América
Título: La Transformación de las Rasas de América
Autor: Agustín Álvarez
Páginas: 174
Peso de MB: 0,706 MB